Ana Cristina Pernía Toro, Magister en orientación de la conducta y Licenciada en Educación mención Matemática, quien se desempeña actualmente como docente y jefa de seccional en la escuela “Monseñor San Miguel” ubicada en Palmira, municipio Guásimos. Excelente mujer, que decide compartir algunas de sus anécdotas, no sólo a nivel profesional, sino también a nivel personal, pues como pocas mujeres es y ha sido ejemplo vivo para la sociedad, puesto que desde muy temprana edad es madre y, como muchas, padre al mismo tiempo, y aún así decide superarse profesionalmente
La mujer en la sociedad cada día se muestra con mayor temple, con mayor necesidad de salir a trabajar y a estudiar, a prepararse, porque las exigencias del medio así se lo muestran; aún cuando vivimos en una sociedad de “raíces machistas”, nosotras la mujeres nos convertimos en un ejemplo, de que sí se puede, sólo tenemos que trazarnos metas e ir detrás de ellas hasta lograrlas.
Ser alguien en la vida, desarrollar una actividad, hacer algo que sea reconocido, y creo que lo que más me motivó es que pasé muchas necesidades en mi infancia, vengo de una familia humilde, eso sí, con muchos valores.
¿Por qué decidió usted escoger la carrera de Educación? ¿Pudo haber sido otra?
Como ya sabemos usted fue madre desde muy temprana edad. ¿Cree usted que eso influyó en el desarrollo de su vida?
Indudablemente que sí, fue muy difícil estudiar y ser madre al mismo tiempo. Pues, la universidad exige tiempo y dedicación y un hijo no puede esperar por nada ni por nadie, muchas veces tuve que dejar de estudiar por atender a mis hijos, sin embargo, mi meta era llegar a ser licenciada y lo logré. De hecho, tiempo después logré mi título de Magister y me propuse ser educadora a nivel superior, sacar un Diplomado de Metodología, que también obtendré. ¡Dios mediante!
¡Ay! muy difícil. A veces siento que no puedo, a veces siento que la vida me gana, me caigo mil veces, y sé que tengo que levantarme, en muchas oportunidades, creo que no tengo las herramientas necesaria para luchar. Pero me encomiendo mucho a Dios y hasta ahora lo he logrado; pues, tengo unos hijos muy lindos, ellos quieren superarse y ser alguien en la vida.
¿Cree usted que es imprescindible una figura paterna en el hogar?
Sí, indudablemente. Eso es algo que no se puede negar, pienso que sin esa figura también se triunfa en la vida, siempre y cuando las cosas se hagan con respeto, amor y dedicación, es decir, cuando se es operativo en la formación de sus hijos, también tomando en cuenta la formación de una misma como persona en cualquier rol que le toque desempeñar.
¿Qué diría usted a todas esas mujeres que se dan por vencidas tan fácilmente ante las adversidades de la vida?
Diría, que el mundo es de aquellas personas que luchan, y por muy difícil que parezca la cuesta o la pendiente siempre se puede, ya que al final, está la recompensa y el éxito que no es más que un título profesional, el bienestar en la vida, ver crecer a sus hijos sanos, unidos, ser y tener una familia.
Si Dios le diera la oportunidad de retroceder el tiempo, ¿qué cambiaría?
El no haberme hecho madre tan joven, no es que me arrepienta de mis hijos, nunca lo hago. Tal vez, hubiese sido más fácil para mí alcanzar mis metas y asegurar tanto a mí como a mis hijos un mejor vivir.