lunes, 2 de junio de 2008

Comunicación Social celebra triunfalmente sus 25 aniversarios


Con un amplio programa que contempla un ciclo de una semana de conferencias, talleres, charlas, entre otras actividades especiales, se dio oficialmente la apertura de la Semana Aniversaria de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de los Andes Táchira, la cual inició el lunes 12 de mayo con una ponencia que buscó abrir a los estudiantes un amplio abanico de posibilidades de ejercicio profesional, más allá de la mera estructura informativa.

Los profesores Jorge Moret y José Antonio Sosa fueron los encargados de dejar formalmente instalada la conmemoración de las Bodas de Plata de la carrera, y dieron paso a la primera charla sobre "la producción audiovisual en Venezuela", con la presencia de Erika Lobo y Henry Colmenares, egresados de esta casa de estudios, que ahora forman parte de grandes empresas nacionales, y tienen experiencia en el tema.
Con la infinidad de charlas, talleres y conferencias, los alumnos de Comunicación Social, lograron definir sus expectativas y esperanzas para con la carrera, además conocer, dialogar y compartir con muchos de los invitados allí presentes, lo cual sirvió de motivación para muchos y satisfacción para todos; sin dejar de recalcar el sin fin de conocimientos y técnicas que se expusieron a lo largo de esta extenuante semana.

Al respecto, cabe destacar uno de los comentarios hechos por Erika Lobo, gerente de prensa de la Fundación Misión Ávila, “Cuando entras a la universidad a estudiar Comunicación Social, en lo único que piensas es en que vas a ser periodista, a buscar noticias, trabajar en un medio informativo, pero una vez que sales te das cuentas que hay muchas cosas más por hacer, porque la comunicación es muy integral; por ello traemos nuestra experiencia en producción audiovisual, y estamos incorporando ampliamente la producción audiovisual al periodismo institucional, como una nueva visión para desempeñar ese trabajo, entre otros temas para compartir con los alumnos”.

De esta manera, e interactuando tanto alumnos como profesores, el día 16 de mayo se dió fin a lo que fue una semana que ofreció ricos conocimientos para el desarrollo del periodista, porque, como lo explicó Henry Colmenares, “a lo mejor en esta majestuosa universidad, no enseñan a manejar los equipos más modernos ni las tecnologías más avanzadas, debido a las limitaciones, pero sí se enseña a pensar, porque manejar cualquier máquina es fácil, cuando se sabe recapacitar”

“habla como un libro”/ “escribe como habla”

Se considera que la especie humana “habla” desde hace más o menos un millón de años, por su necesidad de comunicar, pensamientos, sentimientos e ideas. Esta misma necesidad de comunicación nos introduce a un mundo más complejo, como lo es la “escritura”.
Por otro lado, es fundamental tener en cuenta que en todas las culturas existe la modalidad oral de la lengua, mientras que no todas las culturas poseen un código escrito. Poco a poco y a medida que ha transcurrido el tiempo, se han involucrado materiales que hacen más fácil la comunicación, como la imprenta, que surge en el siglo XX. La escritura, por su parte, es un código que no se aprende de forma espontánea, sino que requiere un aprendizaje formal, al igual que todos sabemos que cualquier persona, si no tiene una deficiencia física o psíquica que se lo impida, aprende a hablar durante los primeros años de su vida por el simple hecho de vivir rodeada de gente que habla.
El hablar y escribir posee algunas diferencias importantes; el habla consiste en una serie de sonidos emitidos en una secuencia temporal, la producción sonora tiene que tener un ritmo que haga posible la percepción auditiva, para ello utiliza gestos, prosodias, tipos de entonación y pausas, que produce un mayor entendimiento a lo que se quiere expresar, sus sentimientos, ideas, duda, incredulidad, o simplemente para indicar que seguimos escuchando.
Escribir es una labor solitaria, quien escribe puede, corregir, tachar, volver a empezar, ordenar de nuevo lo que está escribiendo de manera que lo que leemos, es un producto acabado en el que no quedan marcas de ese proceso.
Tanto el habla como la escritura poseen funciones distintas; con la escritura almacenamos información, damos instrucciones precisas, dejar constancia de acciones, entre otros. El habla se puede utilizar, para dar o pedir información, pero en su forma habitual.
Con todo esto inducimos que mucha gente considera que hablar bien consiste en acercarse lo máximo posible a la modalidad escrita. Entonces, ni se puede escribir como se habla, ni se puede hablar como se escribe.